Hacer gozar a una tía es lo que más me pone, notar cómo mis dedos se van humedeciendo con su flujo mientras le meto uno, dos y tres deditos... La catalana gime que da gusto, sus pezones se endurecen cada vez que le manoseo el chochito, y se deleita como nunca con un pajote que os va a dejar el nabo tieso como un mástil.