Esta escena es especial, porque no os podéis imaginar la cantidad de cafés que he tomado con Sabrina, una íntima hamija mía. Al principio pensé que no podría tener sexo con ella, porque aunque está buenísima, nunca hemos tenido nada más que una amistad... pero ha sido verla desnuda y ponerme como una moto, ¡me la he follado como una bestia salvaje! Hemos hecho sexo en todas las posturas, nos ha dado un morbo brutal vernos en la cama, y eso que al principio no estábamos seguros... pero la vida da muchas vueltas y hoy estás tomando una Fanta con una hamija de toda la vida y mañana le estás lefando la cara mientras te pide que le des más polla, ¿no es espectacular?