Llego a México y lo primero que me encuentro es esta sorpresita... una mujerona mexicana con un culazo y unas ganas tremendas de comer polla. Nikki no se conforma con un solo pollastre, ella se las traga de dos en dos, y mientras se come una recibe a la otra en su coñito mojado. Eso sí, la polla española le vuelve loca, le doy fuerte a cuatro patas y no puede parar de gemir. Pero lo mejor es cuando bota encima de mi pito y me dice que se corre, jamás había sentido a una chica tan mojada, ¡es alucinante! Tiene el coño hecho mantequilla, ¡menuda corrida le echo en la boquita! Tres días sin correrme para darle toda la leche, ¡todo por México!