Olivia comienza a desnudarse poco a poco, lo primero que descubro son dos bonitos pechos simétricos que estoy deseando comerme! El resto del cuerpo acompaña el calentón del momento hasta llegar a su abultadísimo coño que clama al cielo pidiéndome guerra, menuda hamburguesa de 4 pisos que tiene esta joven instalada en su entrepierna, ¡es tremenda! Tras rociarse el coñazo con algo de lubricante la pongo a cuatro patas embistiéndola con todas mis ganas, qué gustazo fue meterla allí dentro, con tanta carne por todos los lados. La cosa se fue extendiendo hasta lograr un polvazo que simplemente tenéis que ver, variedad de posturas y una corrida final en toda su boca!