Es muy jovencita, pero mamma mía cómo me la come... Se recrea con mi pirulín y me lo deja tieso y a punto de estallar, lamiendo cada centímetro de polla y mirándome con esa carita de niña inocente que no ha roto un plato, ¡qué morbo! Tiene un culazo, está buenísima ¡y le lefo la boquita que da gusto!