Lo que pasa por la cabezita de Anita Teen no son solo que cosas calientes, estaba un pintor en la oficina estaba apunto de ponerse manos a la obra, y Ana ya había dado unas vueltas, eso es que ya le había echado el ojo antes, se acerca a el y le toca el paquete y ella se queda asombrada, si amigos el pintor es de brocha gorda, ya sabéis que a la teen le fascina los rabos enormes y gordos, pues este no se queda corto, tan gruesa la tiene que a la pobrecita de Ana no le cabe en la boca, pero ella hace el esfuerzo para metérsela y hacer gozar a nuestro pintor, luego cuando acabe va a cobrar la mitad, aquí se viene a pintar no a follar amigo, es lo que hay y no te quejes que echárselo a Anita en el coñito no tiene precio.